¿Qué es el alquiler con opción a compra?

En España cada vez se recurre más al alquiler con opción de compra como una forma interesante para los inquilinos ya que permite optar a un piso para poder comprarlo en un futuro.
De hecho, el aumento del precio del alquiler es una de las razones por las que mucha gente prefiere comprar. Sin embargo, la compra o hipoteca de un piso es una apuesta arriesgada si antes no conocemos la vivienda. Y así es como entra en juego el alquiler con opción a compra.

 
Pero, ¿cómo funciona exactamente este sistema? El alquiler con derecho a compra de una propiedad consiste en una vivienda en la que se reside durante un tiempo determinado, teniendo un contrato de alquiler, con una opción de tanteo para su adquisición. Para tener derecho a esta opción de compra se firman dos contratos en uno. Este contrato dividido en otros subcontratos tiene dos opciones. El primero establece las condiciones del arrendamiento y la segunda parte las condiciones de compra.
 

Lo primero que debemos saber es que la adquisición no es obligatoria y en caso de hacerlo debe hacerse durante un tiempo establecido en el contrato del alquiler. Siempre es posible hacerlo una vez pase ese periodo establecido si nos ponemos de acuerdo con el propietario o bien si este necesita vender sí o sí. Aunque, lo normal es que si nos interesa el piso o propiedad hagamos una oferta durante el tiempo establecido en el contrato.
 

Este contrato de alquiler dividido en dos partes permite a los inquilinos disponer de una vivienda en condición de alquiler durante el tiempo que dure el contrato. La parte de alquiler suele ser larga y se suele establecer un tiempo de 2 a 3 años. Entre los puntos positivos de la adquisición es que el propietario nos descontará de la compra la parte proporcional al alquiler que hemos pagado durante el tiempo que hemos vivido en la propiedad, es decir, el dinero del alquiler no está perdido ya que lo recuperamos en forma de inversión en una especie de hipoteca por adelantado.

 
Este sistema es beneficioso para ambas partes. El propietario se asegura un contrato de alquiler de larga duración y la “posible” compra de la propiedad. El inquilino gana tranquilidad y sabe el precio de partida. Además, todo lo que pague de alquiler lo descuenta en el futuro. Los intereses pagados por la hipoteca son menores ya que la cantidad a pagar al banco será menor. Además, el arrendatario podrá beneficiarse de las ventajas fiscales que suponen las ayudas al alquiler, aunque para ellos debe cumplir ciertas condiciones.
El alquiler con opción de compra es una interesante opción que puede interesar a muchos propietarios y también inquilinos que nunca habían contemplado este sistema.

 
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